El autocuidado del paciente renal

La diálisis  produce un cambio en la vida, no solo de la persona que se somete al tratamiento, sino también de los familiares y amigos cercanos. Las decisiones y las nuevas rutinas pueden ser abrumadoras en ocasiones, pero, con el tiempo, las cosas se podrán manejar más e, incluso, serán más normales. Obtenga las herramientas y la orientación para poder brindar su mejor apoyo como socio en la atención y para cuidarse a sí mismo durante el proceso. De ese modo, tanto usted como su ser querido podrán vivir plenamente.

Si la persona que cuida ha elegido la hemodiálisis en el hogar, usted tendrá que estar siempre a su lado durante el procedimiento. La hemodiálisis en el hogar puede realizarse 3 a 6 veces por semana durante 2 a 8 horas cada vez, así que asegúrese de poder cumplir con el compromiso.

La hemodiálisis en el hogar requiere capacitación de la persona dializada y del socio en la atención. En el transcurso de 4 a 8 semanas, el equipo de tratamiento en el hogar le enseñará todos los aspectos para realizar un tratamiento de diálisis. La buena noticia es que, con el tiempo, eso se convertirá en una rutina relativamente fácil de realizar.

Independientemente de que la persona que cuida reciba hemodiálisis en el hogar durante el día o durante toda la noche, es importante tener horarios bastante normales. Además, asegúrese de permanecer junto a la máquina durante todo el tratamiento. Omitir solo unos minutos puede hacer que la diálisis sea menos eficaz y puede tener consecuencias graves en la salud de su ser querido.

El tratamiento de hemodiálisis en el hogar requiere un espacio de almacenamiento seco para el dializado y la máquina. Junto con el equipo de tratamiento en el hogar, usted y la persona que cuida deben decidir el mejor lugar para el almacenamiento y el tratamiento en sí. Y tendrá que asegurarse de que haya instrumentos suficientes (para una semana aproximadamente) disponibles en caso de una emergencia. Si se corta el suministro eléctrico, tendrá que hacer otros planes.

Alimentarse bien, sentirse bien

Una ventaja de la hemodiálisis nocturna (durante la noche) o más frecuente es que la persona que cuida puede comer más cantidad de los alimentos que le gustan, dentro de lo razonable. Trabaje con el dietista renal para elaborar un plan de comidas que no solo satisfagan y sean sabrosas, sino que también sean aptas para los riñones. Obtenga consejos útiles sobre cómo alimentarse bien.

Pase tiempo al aire libre

Salga a caminar con la persona que cuida tan a menudo como sea posible. Será bueno para ambos. Además, intente alentarla a no apartarse de su trabajo y sus pasatiempos, incluso si se siente decaída. Los estudios demuestran que las personas que reciben diálisis están mejor cuando siguen comprometidas con el mundo que las rodea.

Lleve registro de los síntomas

Los síntomas similares a los de la gripe, como sentirse cansado o débil y tener escalofríos son comunes para las personas en diálisis. Puede ocurrir que duerman más o que estén más despistados. Estos síntomas se deben casi siempre a la anemia (escasez de glóbulos rojos) y pueden tratarse. Asegúrese de mantener al nefrólogo y al equipo de tratamiento al tanto de cómo se siente la persona que cuida.

Lleve consigo la información importante

Desea estar seguro de contar con la información médica de sus seres queridos por escrito, incluidos todos los medicamentos y los nombres de sus médicos. Consérvela con usted en todo momento de modo que pueda  estar preparado para una emergencia, antes de que realmente se produzca una emergencia.

Tome un descanso

Como socio en la atención, es fundamental que siga reservando tiempo para hacer algunas de las cosas que disfruta por su cuenta. Encontrar formas saludables de aliviar el estrés, como practicar yoga o caminar, puede ser sorprendentemente positivo para su energía y estado de ánimo. Como siempre, consulte a su médico antes de iniciar una nueva rutina de ejercicios.

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